viernes, 4 de julio de 2014

Caso Clínico: Luxación Acromio-Clavicular

Paciente de 28 años, varón, deportista. Sin otros antecedentes médicos de interés.
Acude al servicio de urgencias después de sufrir una caída mientras practicaba al fútbol cayendo sobre el hombro DER, presentando dolor importante a ese nivel. A la exploración el paciente es incapaz de abducción a mas de 60º por dolor. Se le realiza una Radiografía de hombro AP que se describe como: No fracturas. Es enviado a su domicilio con diagnóstico de contusión con analgésicos orales.
2 días después regresa a urgencias refiriendo persistencia del dolor e incapacidad funcional del hombro. Se decide infiltrarlo con corticoide mas anestésico indicándole acudir a su médico de cabecera para control.
Al siguiente día el paciente acude a la consulta de atención primaria refiriendo persistencia del dolor a pesar de la infiltración. Su médico revisa la radiografía  y nota algo que había pasado desapercibido hasta entonces; el paciente tiene una luxación acromio-clavicular. Por lo que se decide colocar un cabestrillo, enfatizar en la analgesia y derivar a traumatología preferente.

La articulación acromioclavicular.

Esta soportada por numerosos ligamentos que abarcan sus 4 caras y se extienden hasta 1cm de la porción distal de la clavícula, además también es soportada y alineada por  ligamentos coraco-claviculares y coraco-acromiales que le otorgan mucha resistencia sin embargo su ubicación le hace sensible a traumatismo directos.



En general la luxación acromioclavicular representa 10% aprox de las lesiones traumáticas del hombro, generalmente los afectados son hombres entre los 20 a 30 años que practican algún deporte.(1), siendo el mecanismo de lesión más frecuente el traumatismo directo.

  • Las lesiones de la articulación AC pueden clasificarse en 6 tipos; según su desplazamiento. Las lesiones menos graves pueden ser sutiles e incluso mostrar una radiografía completamente normal, por lo que es importante fijarse en la alineación de la clavícula y su proximidad con el acromion y no únicamente buscar líneas de fractura a la hora de evaluar un radiografía por un traumatismo directo en el hombro. 
  • Las lesiones más graves son raras, por lo que el tratamiento casi siempre será conservador. No se precisa reducción quirúrgica a menos que exista compromiso neuro-vascular o en luxaciones muy desplazadas.
  • La infiltración con corticoides no tiene indicación, ni papel alguno, en el tratamiento agudo de estas lesiones. Podrían considerarse una opción en casos de artralgia persistente a pesar de la correcta estabilización y curación de los ligamentos afectados.
  • El tiempo de reposo para la completa curación de los ligamentos puede ir de 6 a 10 semanas, lo cual hay que tener en cuenta antes de iniciar con ejercicios de rehabilitación.
  • Todas las lesiones  requieren exploración neurovascular para descartar compromiso de estas estructuras, de haberlo indicaría la derivación urgente para reducción.
  • La derivación a traumatología es preferente cuando se trate de atletas o trabajadores que requieran cargar peso sobre los hombros o amplitud de movimiento del mismo. De lo contrario, la derivación puede esperar y debe indicarse cuando el dolor persista después de las 12 sem o el dolor recidive cuando el paciente vuelva a sus actividades normales.

Referencias.

  1. Scott M, Acromioclavicular joint injuries, disponible en: http://www.uptodate.com/contents/acromioclavicular-joint-injuries?source=search_result&search=luxacion+clavicular&selectedTitle=3~150#H1.

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